El secreto de la longevidad
Hendrikje Van Andel-Schipper fue una mujer que vivió 115 años y al morir dejó a la ciencia el legado de su cuerpo para que exploren los posibles secretos de la longevidad. ¿Qué han encontrado los científicos desde 2005 hasta ahora?
Crédito: WikipediaVivir mucho y bien son dos sueños que la holandesa Hendrikje cumplió. Y ahora los especialistas están tratando de desentrañar los misterios que se esconden detrás de la más larga vida registrada hasta ahora.
Los autores de este importante estudio - médicos del Centro Médico de la Universidad VU, en Amsterdam - se han encontrado con varias sorpresas. Una de ellas es el hallazgo de sólo dos células madre en su sangre. "Para nuestra sorpresa, nos encontramos que, en el momento de su muerte, la sangre periférica constaba de sólo dos células madre hematopoyéticas activas (en contraste con un estimado de 1,300 que debería haber), dijo Henne Holstege, líder de la investigación.
Al nacer, los seres humanos tienen alrededor de 20,000 células madre, de las cuales 1,300 son del tipo activas. Pero la presencia de sólo dos células madre en la sangre de Andel-Schipper en el momento de su muerte, sugiere que la incapacidad de las células madre para dividirse es lo que podría marcar el final de la vida.
La otra evidencia curiosa es que había más de 400 mutaciones en los glóbulos blancos de la anciana longeva, lo que permitió que su cuerpo se mantuviera a salvo de las enfermedades.
"Cuando hay mutaciones, hay una oportunidad para la selección y algunas de éstas conducen al cáncer, mientras que otras, permiten defenderse”, dijo Chris Tyler Smith, del Instituto Wellcome Trust Sanger de Reino Unido.
Los investigadores también encontraron que la longitud de los telómeros en las células de la sangre era muy corta, a diferencia del tamaño de los telómeros de sus otros órganos. Éstos se acortan a lo largo de la vida, según los científicos.
Los hallazgos llevaron a los investigadores a la teoría de que nuestras células madre sólo soportan un número limitado de divisiones, antes de que se estrellen y se quemen. Dicen que la muerte de Hendrikje podría ser explicada por el agotamiento las células madre. Y afirman que se deben profundizar las investigaciones para afirmar este precepto.
Y de ser cierto, los científicos creen que el cuerpo de las personas podría ser revitalizado y puesto a salvo del envejecimiento mediante la inyección de células madre.
Para llevarlo a cabo, deberían extraerse y conservarse células de este tipo desde el nacimiento o la infancia temprana. Eso permitiría mantener el largo de los telómeros aunque pase el tiempo, aunque admiten que sólo sería posible lograrlo con la sangre, y no en todos los tejidos, según explicaron en su artículo publicado en Genome Research.
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